poemas de la vida

En esos momentos cuando nos encontramos solos meditando y reflexionando sobre la vida es cuando nacen esta clase de poemas, poemas de reflexiones de la vida.

PALABRAS DAÑINAS

El día que naces,
no sabes hablar,
crecemos aprendiendo,
palabras que nos guiarán.

El camino es muy largo,
y tenemos que saber,
que hay palabras,
dolorosas que nos pueden perder.

Palabras emocionantes,
que te suben la moral,
palabras delicadas,
que te pueden dañar.

Algunas son tan frágiles,
que te pueden romper,
otras son destructivas,
que te hacen desaparecer.

Pero hay palabras dañinas,
que se quedan en tu interior,
aquellas que si las dices,
pierdes tú condición.

Condición de ser persona,
que sabes escuchar,
para poder pensar,
que si a ti te duele imagínate a los demás.

Autor: cristinajennifer


Aquellos minutos del tiempo
que pasan y pasan sin parar,
como la vida que vino
deberá irse sin más.

Mirando por la ventana
las estruendas olas del mar,
veo como se rompen
contra las piedras al chocar.

Dicen que todo está escrito
y que lo que debe ocurrir, ocurrirá,
pero yo siempre pienso
que si está en mí, lo podré cambiar.

Laura R.R


A los niños de la calle. II

Un banco verde sobre el pavimento
y en maceta de flores despintada
la cabeza de un niño reclinada
revuelve con dolor su pensamiento.

La infancia duerme sobre la gastada
promesa que se pierde con el viento
dormido sobre alfombra de lamento
con sueños que al final no le dan nada.

Aquel pequeño niño con acento
inocente, en la inmensa madrugada,
resigna su actitud desesperada
reteniendo el dolor, calla el lamento.
¡La lágrima, la estrella del momento!
En un presentimiento, la conciencia
reclina su fatal triste presencia,
en la ausencia de amor y desengaños
que la vida, fraguó en sus tiernos años,
en el débil crisol, de su inocencia.

Autor: Gallardo Chambonnet


Te vas desvaneciendo, despacio, en silencio,
tu voz de agua se va convirtiendo apenas en rocío,
en el espejismo del rumor de la mar saliendo del
corazón de una caracola, en el tic tac que abraza
las paredes del templo de los sueños y
se pierde a través de tu ventana,

Lentamente te estás yendo, en silencio,
como el día que ya no quiere más y se cubre
sus ojos de horizonte con el negro manto de la noche.
A los mañanas les va faltando el diluvio de tu voz
que todo hacía posible, les va faltando el aleluya
que florecía debajo de tu aliento y tu palabra,

Tu voz se va perdiendo en mis oídos, despacio,
casi en silencio, cual si fuera el rumor de un fuego
al que se le va la vida con el inicio de la lluvia y se
transforma en una legión de recuerdos de humo
vestidos de fantasmas, en el inevitable manantial
de tus palabras al que sin dudar hice mi credo
y en el cual refrescaré tu cuando estabas hasta
conjurar tu olvido por las madrugadas.
En una noche en la que el viento frío se apaña del cristal de su ventana…

Autor: FranciscoLechug


“La vida es mucho más que avanzar día tras día
viendo pasar el tiempo sin más retahíla,
que ver cómo el mundo a nuestro alrededor,
consigue alcanzar eso que llamamos amor.


Pensaba que eran poco más que mentiras,
dándome cuenta que ansiaba encontrar a esa persona,
capaz de llenar de amor mi vida,
luchando por mí sin llegar nunca a la duda.”


Buscar el amor no es tarea fácil para nadie
para nadie por mucha costumbre que tenga,
a menos que tenga claro que no encaje,
con la chica que sus sueños invade.
He creído conocerla en muchas ocasiones,
donde las cosas iban mejor en mi vida,
luchando porque apareciese y se quedase,
por siempre jamás sin más menciones.


Todos hemos tenido etapas terribles en nuestra historia,
sin saber qué rumbo tomar para no acabar en la inopia,
pero por fin puedo decir que las cosas están saliendo bien,
demostrando que merece no caer ni perder.
Es una sorpresa encontrarme tan tranquilo,
relajado como nunca hubiese pretendido,
solo puedo rezar porque esta racha se mantenga,
teniendo siempre el miedo en mi cabeza.


La alegría que me impele no parece querer acabar,
ni querer mostrarme en algún momento su final,
como si fuese el premio a mi terquedad,
de conseguir por fin mi felicidad.
En estos momentos no podría estar mejor,
sabiendo que todo lo que tengo me lo he ganado,
como si en una prueba de fuego hubiese luchado,
para alcanzar la alegría y vivir sin rencor.


Es sorprendente ver cómo ha llegado nuestra primera cita,
después de tanto tiempo insistiéndote,
sabiendo que nosotros éramos perfectos para ella,
a pesar de tus miedos y de tus renuncias.
Estamos a punto de vernos en apenas minutos,
pero quiero decirle al mundo entero antes,
que no necesito verte para saber que te quiero,
porque el sentimiento se lleva por dentro.


He luchado mucho por lograr todo lo que ves,
sacrificándome sin saber muy bien qué hacer,
pero la vida siempre parece tener la solución a los problemas,
logrando que pueda encauzar mi vida de forma interna.
Ha sido un camino duro y fatigoso,
alimentado por una vana esperanza de éxito,
que me ha permitido aprender a conocerme mejor,
haciendo que este momento sea dulce en su clamor


La felicidad es sin duda la asignatura pendiente,
que todos debemos siempre tratar de tener en mente,
para poder alcanzarla en algún momento,
por mucho dolor que nos cueste y lamento.
Ahora por fin he descubierto que ser feliz,
era la meta por la que tanto llegué a sufrir,
solo hizo falta que decidiese animarme a lograrlo,
haciendo que mi vida valiese mucho más por tanto.


Sonreír es un premio que podemos ganar,
cada día si nos conseguimos esforzar,
porque no hay nada más humano que demostrar,
que la felicidad realmente se puede alcanzar.
Es la lección que debemos aprender,
por mucho que nos pueda llegar a costar de entender,
porque todos los días podemos alcanzar la felicidad,
a pesar de lo difícil incluso que nos parezca aspirar.


La felicidad es el sentimiento último que buscamos,
pensando siempre que es imposible alcanzarlo,
pero la realidad es que depende exclusivamente de nosotros,
el querer encontrarlo y guardarlo a buen recaudo.
Con la felicidad como nuestro principal objetivo,
ya no tenemos dudas de lo que tenemos que hacer,
porque descubriremos que todo está en nuestra mano,
para demostrar que nos sabemos hacer valer.


Dicen que la sonrisa es lo primero que debemos hacer,
cuando nos levantamos a primera hora,
gritándole al mundo que estamos preparados para ver,
todo lo que nos depara en apenas segundos.
Es difícil que haya algo que me desanime,
en un día tan perfecto como el de hoy,
esperando poder salir y disfrutar sin límite,
la vida que tantas alegrías me da por ser quien soy.


Los días pasan como si no hubiesen existido nunca,
monótonos y aburridos todos ellos,
pero hoy es un día diferente a cualquier otro,
ya que hoy es el primer día de mi vida.
Abro mis ojos y me encuentro una gran sonrisa ante mí,
de la persona que más me querrá jamás en el mundo,
porque ella es mi madre bella y hermosa,
como todas las mujeres que aman a sus pequeños.


Muchas veces olvidamos quién es nuestro mejor amigo,
alguien que ha estado siempre a nuestro lado,
por mucho que nos olvidásemos de su presencia,
estando presente sin duda y con presteza.
No es otro que el hijo de Dios,
el cual sigue nuestros pasos sin duda alguna,
sabiendo que aunque seamos descuidados,
siempre sabremos apreciar el mensaje que nos ha dado.


Muchas veces en nuestro día a día,
estamos tan inmersos en nuestro ritmo de vida,
que olvidamos a ese gran amigo nuestro,
que siempre se encuentra vigilando en los cielos.
Dios siempre vigilará por nosotros,
deseando que nos encontremos perfectamente a pesar de todo,
porque es fácil olvidar el camino que nos enseñó,
tratando de que sepamos que nunca nos abandonó.


Cada vez se pierden más los valores de Dios,
en una sociedad que vive de una forma frenética,
sin respetar nunca a nuestro auténtico creador,
ahogado por el avance de las supuestas ciencias.
Mando este mensaje a todo el que se sienta como yo,
con ilusión de dar la mano a Dios,
de dejar que tenga un pequeño hueco en nuestro corazón,
sin ver cómo los demás le rechazan sin temor.


El mundo es un lugar lo suficientemente grande,
como para saber que en algún momento necesitamos nuestro lugar,
ese en el que seamos nosotros mismos,
sin que haya espacio para dudar.
Una vez hemos conseguido descubrirlo,
nos queda la tarea más difícil de todas,
saber acomodarnos a ese sitio,
que para siempre se convertirá en nuestra pequeña guarida.


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